Ácido Hialurónico

Ácido Hialurónico

El nombre de este glicosaminoglicano es familiar para todas las mujeres que buscan rejuvenecer, y por una buena razón: ¡el ácido hialurónico es una estrella de la cosmética antiedad! Céntrate en esta molécula hidratante que tiene muchos beneficios

Origen

Su nombre proviene del griego halos (que significa vítreo) + urónico (por su alto contenido en ácido urónico) porque originalmente se aisló del humor vítreo de la cavidad ocular. El ácido hialurónico está presente de forma natural en nuestro cuerpo, especialmente en los ojos, pero también en la piel y en los cartílagos. Pero su cantidad disminuye bruscamente con la edad, hasta el punto de que se calcula que a los 50 años ¡nuestra reserva se reduce a la mitad! Su degradación podría acelerarse por la producción de radicales libres en el organismo y por la acción de los rayos UV del sol. El cuerpo de una persona de 60 kg contendría el equivalente a 12 g de ácido hialurónico, casi la mitad de los cuales se localizaría en la piel. La estructura química del ácido hialurónico fue determinada en 1934 por Karl Meyer y John Palmer, mientras estudiaban el cuerpo vítreo de un ojo de buey. En los años 80, la ciencia comenzó a investigar el efecto curativo de esta molécula, gracias a su naturaleza higroscópica. El ácido hialurónico se sintetizó por primera vez extrayendo la cresta de un gallo, tras su trituración, tratamiento químico y purificación. El primer producto médico a base de ácido hialurónico data de los años 70 y se utilizó para determinadas intervenciones quirúrgicas oftálmicas (cataratas, trasplante de córnea, etc.). En la actualidad, el ácido hialurónico disponible en el mercado procede de la fermentación de la bacteria bacillus subtilis.

Fuentes de alimentos

El ácido hialurónico no está presente como tal en la dieta, pero ciertos nutrientes pueden potenciar su síntesis y otros inhibirla. Entre los alimentos que hay que consumir para favorecer la síntesis de ácido hialurónico: Frutas y verduras ricas en antioxidantes (betacaroteno, vitamina C, D o E, licopeno...): zanahorias, tomates, cítricos, kiwi, calabaza, mango, boniato... Hierbas aromáticas ricas en calcio y vitamina C: perejil, cilantro, menta, etc. Alimentos ricos en magnesio: cereales integrales, legumbres (lentejas, garbanzos, etc.), semillas oleaginosas (nueces, almendras, avellanas, etc.), semillas (girasol, lino, sésamo, calabaza, etc.), algunas frutas (plátanos, aguacates, albaricoques, etc.) Alimentos ricos en sílice: avena Carnes blancas y magras Alimentos a limitar porque reducen la producción de ácido hialurónico: Productos dulces, que favorecen la glicación y el envejecimiento de la piel: azúcar, dulces, mermelada, refrescos, zumos de frutas industriales, etc. Carnes y embutidos grasos, ricos en grasas saturadas Alimentos elaborados con harina refinada (galletas, biscotes, pasta blanca, etc.)

Beneficios y virtudes

Preserva la juventud de la piel El ácido hialurónico tiene una formidable acción hidratante, ya que cada molécula es capaz de ligar más de 1000 veces su peso en agua, ¡como una esponja! Así, los complementos alimenticios de ácido hialurónico sirven para mantener la hidratación de la piel y favorecer su elasticidad, lo que garantiza su aspecto juvenil y regordete. El ácido hialurónico también es capaz de promover la síntesis de colágeno en las capas profundas de la piel. En forma de cosméticos (cremas, mascarillas, sueros, etc.), su acción complementa eficazmente la ingesta oral, al actuar sobre las capas superficiales de la piel para hidratar y suavizar las líneas de expresión. Rehidrata los ojos secos, trata la irritación de la córnea Las gotas de ácido hialurónico reponen la humedad de la cavidad ocular y favorecen la producción de lágrimas, por lo que son muy eficaces para tratar la sequedad ocular. También se utilizan en medicina oftalmológica para tratar las lesiones oculares o favorecer la cicatrización tras una intervención quirúrgica (cataratas, trasplantes, desprendimiento de retina, etc.). Prevención del cáncer Un estudio realizado en 2013 en la Universidad de Rochester, en Nueva York1, demostró el efecto anticancerígeno del ácido hialurónico en determinadas especies animales, especialmente en la rata topo. Trata la artrosis de rodilla o lubrica las articulaciones dolorosas El ácido hialurónico está presente en los huesos y, en particular, en los cartílagos. Conecta los tejidos, las articulaciones, los tendones y el cartílago hialino y produce el líquido sinovial que ayuda a las articulaciones a absorber los impactos. Por ello, se utiliza con frecuencia como suplemento para tratar el dolor asociado a la artrosis o como inyección para aliviar el dolor crónico.

Posología

Para un tratamiento oral, generalmente se recomiendan 200 mg al día, divididos en dos dosis de 100 mg, preferiblemente durante las comidas. El ácido hialurónico suele combinarse con un complejo antioxidante para completar su acción: selenio, vitaminas C y E, vitamina B2, betacaroteno, etc. Estos complejos contribuyen así a reducir el estrés oxidativo, principal factor de envejecimiento celular.

Efectos secundarios y contraindicaciones

Cuando se obtienen por fermentación natural, los suplementos de ácido hialurónico se consideran seguros. Además, se han registrado muy pocos efectos secundarios tras el tratamiento. Sin embargo, las mujeres embarazadas, las madres lactantes y los niños deben evitar tomar ácido hialurónico. En caso de inflamación aguda de los tejidos y en caso de cáncer, no es aconsejable seguir un tratamiento con ácido hialurónico sin consejo médico.

Referencia

1. Tian X, Azpurua J, Hine C, Vaidya A, Myakishev-Rempel M et al. El hialuronano de alta masa molecular media en la resistencia al cáncer de la rata topo desnuda. Nature 499:346-349, 2013.

Producto Asociado

Lise Lafaurie - Diététicienne et nutritionniste

Lise Lafaurie

Dietista y nutricionista. Autora del blog Les Frites Vertes, mi lema es “si es bueno para mis papilas gustativas, es bueno para mi cuerpo

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