Cúrcuma - Beneficios

Cúrcuma - Beneficios

También conocida como azafrán de las islas o jengibre amarillo, la cúrcuma (también llamada curcuma longa) es un rizoma originario de la India. El polvo que se extrae de él se considera una especia soberana, pero también se utiliza desde hace miles de años por sus numerosas propiedades medicinales...

Origen

El nombre latino cúrcuma procede de la palabra árabe Kurkum, que era el nombre original del azafrán. La cúrcuma es una planta herbácea rizomatosa originaria del sur de Asia (China, Tailandia, Camboya, etc.), pero la India es el mayor productor, ¡con casi un millón 400 toneladas producidas cada año!

El primer texto que menciona la cúrcuma como planta medicinal data de hace 6.000 años. Entonces se utilizaba para combatir la ictericia.

Se cultiva en la India desde la antigüedad y el polvo extraído de su rizoma se utiliza en la medicina ayurvédica desde el siglo IV. Se menciona en la literatura sánscrita, donde se lee que su polvo puede utilizarse en masajes para tratar dolencias cardíacas.

En Occidente se conoce desde la antigüedad, y fue el farmacólogo y botánico Dioscórides quien la describió por primera vez en su libro Materia Medica.

Posteriormente, en 1280, fue Marco Polo quien trazó en su cuaderno de bitácora el transporte de la cúrcuma de China a la India.

Beneficios nutricionales

Son los curcuminoides los que confieren a la cúrcuma sus numerosas cualidades medicinales. Los curcuminoides son pigmentos antioxidantes muy potentes, que también tienen propiedades antiinflamatorias. El curcuminoide más abundante en la cúrcuma es la curcumina, que representa alrededor del 90% de estos compuestos.

Además de estos curcuminoides, la cúrcuma es una excelente fuente de minerales, especialmente hierro y manganeso.

En cuanto a las vitaminas, la cúrcuma es muy rica en vitamina B6, y es una fuente interesante de vitamina C, vitamina E y vitamina B3.

Beneficios y virtudes

Las propiedades terapéuticas de la cúrcuma son numerosas y bien conocidas. Esta superespecie es regeneradora, estimulante, antioxidante, fluidificante y protectora.

Está indicada para tratar diversos trastornos/enfermedades.

La cúrcuma contra los trastornos digestivos

La curcumina actúa en todos los niveles del aparato digestivo gracias a sus propiedades antibacterianas e inmunoestimulantes. En el estómago, la curcumina inhibe la proliferación de una bacteria causante de úlceras llamada helicobacter pilori. Así, alivia el dolor gástrico, la hinchazón y los eructos.

A nivel hepático, la cúrcuma favorece el drenaje de los desechos estimulando la secreción de bilis. Además, su efecto antioxidante protege las células hepáticas de los agentes tóxicos (alcohol, medicamentos, quimioterapia, virus, etc.). Por último, a nivel intestinal, la ingesta diaria de cúrcuma mejora claramente el síndrome del intestino irritable y del colon.

Problemas dermatológicos

Antibacteriana y antiinflamatoria, la cúrcuma es un aliado precioso para las pieles con problemas. Puede utilizarse externamente para tratar problemas de acné, combinada con leche de coco y miel.

Como cataplasma, la cúrcuma es un tratamiento eficaz para afecciones cutáneas como eczemas, psoriasis, micosis, úlceras, o problemas musculares como esguinces y otros dolores articulares.

Hipercolesterolemia

La cúrcuma actúa a varios niveles para regular los niveles de colesterol en sangre. En primer lugar, ralentiza la absorción intestinal del colesterol. En segundo lugar, estimula las secreciones biliares que contribuyen a la disolución del colesterol alimentario. Por último, la curcumina aumenta el metabolismo del colesterol -en particular del colesterol LDL, considerado el colesterol malo- favoreciendo su absorción en las células del hígado para que pueda transformarse allí.

El papel de la cúrcuma en la prevención del cáncer

En los países que consumen más cúrcuma, la incidencia de determinados cánceres (próstata, mama, colon, pulmón) es muy inferior a la media mundial. Este hallazgo ha llevado a la ciencia a estudiar durante varios años los efectos de la cúrcuma en la prevención del cáncer.

Uno de ellos, publicado en 2008 en Molecular Nutrition & Food Research, demuestra que, en los animales, la cúrcuma reduce el riesgo de leucemia, linfoma, cáncer de colon, esófago, estómago, hígado, piel y mama.

Pero la cúrcuma no es sólo preventiva, ya que un tratamiento de 8 g diarios de cúrcuma, combinado o no con quimioterapia, frenaría la proliferación de células tumorales en el páncreas y el colon.

Diabetes de tipo 2

La diabetes de tipo 2 y la hipercolesterolemia son dos enfermedades estrechamente relacionadas, ya que la diabetes conduce a la obesidad y a trastornos del metabolismo de las grasas. Un estudio publicado en 2009 en la revista médica Diabetes Care comparó dos grupos de personas predispuestas a la diabetes: un grupo recibió tratamiento con curcumina y el otro un tratamiento con placebo. Los resultados fueron concluyentes, ya que ninguna de las personas del grupo tratado con curcumina desarrolló diabetes, mientras que sí lo hizo el 16% de las tratadas con placebo.

Al identificar precozmente a las personas en riesgo, la curcumina está demostrando ser un tratamiento preventivo muy eficaz (y muy económico) contra la diabetes de tipo 2.

También te encantarán estos ingredientes por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes:

Dosificación

La cúrcuma puede utilizarse de varias formas:

  • En polvo, la dosis habitual es de 1,5 g a 3 g de polvo.
  • En infusión, de 1 a 2 g de polvo de rizoma seco infusionado en 15 cl de agua hirviendo, que se tomará una o dos veces al día.
  • Como tintura madre, la cantidad recomendada es de unos 10 ml al día.
  • Como extracto estandarizado de curcuminoides, se recomiendan 400 mg tres veces al día para tratar la inflamación.
  • En cápsulas: se dosifican generalmente con 2 g de curcuminoides estandarizados al 95% de curcuminoides como para nuestra cúrcuma liposomal. Se recomienda una cápsula al día para una cura de al menos 3 semanas.

Efectos secundarios y contraindicaciones

Los raros efectos secundarios observados son sequedad de boca, diarrea y náuseas.

Debido a sus propiedades anticoagulantes e hipoglucemiantes, la cúrcuma puede amplificar los efectos de ciertos medicamentos con los mismos efectos.

Cuidado también en caso de radioterapia o antibióticos antitumorales, está contraindicado consumir cúrcuma los días del tratamiento, así como los dos días siguientes y anteriores al mismo.

La cúrcuma está contraindicada en caso de obstrucción de las vías biliares. Por último, los complementos alimenticios a base de cúrcuma no deben tomarse durante el embarazo.

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Lise Lafaurie - Diététicienne et nutritionniste

Lise Lafaurie

Dietista y nutricionista. Autora del blog Les Frites Vertes, mi lema es “si es bueno para mis papilas gustativas, es bueno para mi cuerpo

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