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Esta planta de nombre bárbaro, más conocida como té de java o bigotes de gato, es conocida por sus potentes propiedades diuréticas y drenantes. ¿Cuáles son sus modos de acción? ¿Sus beneficios? ¿Las dosis adecuadas? Se lo explicamos todo...
Procede de Asia tropical, y más concretamente de Malasia, donde crece a lo largo de cursos de agua y pantanos, especialmente en zonas húmedas. Esta planta de la familia de las lamiáceas se utiliza desde hace siglos en la India e Indonesia, tanto por sus cualidades ornamentales como medicinales. También conocido como "bigotes de gato" por la longitud de sus estambres blancos o lilas, el ortosifón es una planta perenne de olor dulcemente aromático que sólo florece en primavera.
En la medicina ayurvédica se utilizaba para aliviar los trastornos de la vejiga y los riñones, y en Malasia los nativos secaban sus hojas al sol y las consumían como té.
A principios del siglo XX, la planta fue conocida por los holandeses que se habían instalado en la India durante la colonización, pero no fue hasta finales de siglo cuando los científicos occidentales identificaron realmente sus virtudes.
El ortosifón es un auténtico concentrado de polifenoles y, en particular, de flavonoides con propiedades altamente antioxidantes. Entre ellos se encuentran la eupatorina, la cirsimaritina, la ramnazina, la salvigenina, el tetrametil éter de luteol, el tetrametil éter de escutelareina, el trimetil éter de apigenol y la sinensetina.
Además de estos numerosos flavonoides, el ortosifón también contiene taninos, saponinas y ácido litospermico.
Por último, la planta está particularmente bien provista de potasio, esencial para la actividad del sistema nervioso.
Las dos virtudes principales del ortosifón son sus efectos diuréticos (favorece la eliminación de agua por los riñones) y colagogos (estimula la vesícula biliar). Esto se debe en gran parte a sus flavonoides, potasio y aceites esenciales, que aumentan la eliminación renal de agua y residuos nitrogenados como la urea y el ácido úrico. Además, el ácido litospermico contenido en sus hojas contribuye al buen funcionamiento de la función renal y a la reducción de la uremia.
Esta acción drenante la hace eficaz para :
El ortosifón puede tomarse en infusión (de sus hojas y flores secas), en cápsulas que contengan extractos de flores secas o en extractos líquidos. En infusión, las dosis recomendadas son de 6 a 12 g de planta seca al día para infusionar en 1 litro de agua y beber a lo largo del día.
Las cápsulas se dosifican generalmente a 100 mg, por lo que se aconseja tomarlas dos o tres veces al día (es decir, 6 cápsulas al día).
Por último, una cucharadita al día de extractos líquidos es suficiente para una acción drenante eficaz.
El Ortosifón debe tomarse idealmente en combinación con un gran consumo de agua (de 1,5 a 2 litros al día), ya que sus principios activos son hidrosolubles.
El Ortosifón no está recomendado para personas con problemas cardíacos o renales ni para personas que sufran cólicos renales, ya que puede aumentar el dolor.
Ortosifón tampoco está recomendado para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ni para niños y adolescentes menores de 18 años.
El Ortosifón puede tomarse a largo plazo sin riesgos ni efectos secundarios.
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2. Seyedan A, Alshawsh MA, Alshagga MA, Mohamed Z. Efectos antiobesidad y reductores de lípidos de Orthosiphon stamineus en ratones obesos inducidos por dieta alta en grasas. Planta Med. 2017;83(08):684-92.