Rhodiola: beneficios

También conocida como rodiola, esta resistente planta perenne crece en regiones del mundo con condiciones climáticas extremas, como Siberia, Alaska y Escandinavia. Los vikingos ya la consumían, pues creían que la planta les proporcionaba fuerza y resistencia. Enfoque sobre la Rhodiola, sus orígenes y sus beneficios.

Origen

Su nombre científico, Rhodiola Rosea, procede del griego Rhodios, que significa rosa, en referencia a su aroma, que recuerda al de la flor. La Rhodiola es una planta perenne perteneciente a la familia de las crasuláceas, que crece en forma de arbustos. Su gran resistencia a los climas más extremos intrigó rápidamente a los botánicos. Fue más tarde cuando los fitoterapeutas se interesaron por sus beneficios para la salud.

De hecho, la planta crece en suelos rocosos y arenosos, a altitudes de entre 2 y 3 mil metros y a temperaturas extremadamente bajas.

La Rhodiola se conoce y se utiliza con fines terapéuticos desde hace muchos siglos. El médico y botánico griego Dioscórides ya la mencionaba en su libro Materia Medica en el año 77 de nuestra era. En Suecia, en el siglo VIII, se dice que los vikingos la consumían como bebida para reponer fuerzas. En Mongolia, los médicos la utilizaban para combatir la gripe, la tuberculosis y el cáncer.

Sin embargo, no fue hasta la década de 1960 cuando la Rhodiola llamó realmente la atención de la medicina moderna. Apodada "raíz de oro", fue utilizada por primera vez por atletas que buscaban mejorar su rendimiento. Posteriormente fue objeto de varias investigaciones que destacaron su poder adaptógeno, es decir, su capacidad para reforzar la adaptación del organismo en caso de estrés, ansiedad o fatiga.

Actualmente, la Rhodiola es una planta medicinal reconocida en varias farmacopeas.

Principios activos

La Rhodiola rosea está compuesta por rosavina, ralidrosina, flavonoides, doce aminoácidos, veinte minerales y numerosas vitaminas, taninos y antioxidantes. Sus propiedades antioxidantes son potentes y le confieren una acción eficaz contra el envejecimiento cutáneo. Estas moléculas actúan directamente sobre la corteza cerebral y aumentan la atención, la memoria y la capacidad intelectual. Aumentan la resistencia al estrés, la atención, la memoria, la concentración y la capacidad intelectual. Se han realizado con éxito pruebas en alumnos y estudiantes durante un periodo de exámenes escolares.

Los principios activos de la Rhodiola se concentran principalmente en sus raíces. Existen seis grupos principales que actúan en sinergia para una eficacia óptima:

• Derivados del feniletanol: salidrosido (o rodiolosido) y tirosol
• Fenilpropanoides: colofonia, rosarina y rosavina
• Antioxidantes flavonoides: rodiolina, rodionina, rodiosina, acetilrodalgina y tricina
• Monoterpenos como el rosiridol y la rosaridina

A estos componentes naturales de la raíz se les atribuye la capacidad de activar la producción de cuatro moléculas conocidas por su acción sobre la memoria, la atención y la capacidad intelectual: la norepinefrina, la serotonina, la dopamina y la acetilcolina.

Beneficios y virtudes

Ansiedad, estrés, depresión

La Rhodiola es una planta adaptógena conocida por sus virtudes sobre el humor y el estrés emocional. Se dice que actúa aumentando la permeabilidad hematoencefálica a los precursores de la dopamina y la serotonina, y aumentando el nivel de endorfinas, tres hormonas ampliamente implicadas en el bienestar.

Dos estudios han investigado su acción sobre la depresión. El primero se publicó en 20101 y concluyó que la Rhodiola "es una hierba adaptógena que puede ser particularmente útil en el tratamiento de la depresión asténica o letárgica, y puede combinarse con antidepresivos convencionales para aliviar algunos de sus efectos secundarios comunes." Un segundo estudio, publicado en 20072 en Armenia, evalúa la eficacia de la Rhodiola para aliviar la depresión de leve a moderada. Concluyó que "el extracto estandarizado SHR-5 [extractos de Rhodiola] muestra potencia antidepresiva en pacientes con depresión de leve a moderada cuando se administra en dosis de 340 o 680 mg/día durante un periodo de 6 semanas".

Funciones cognitivas, rendimiento intelectual

El poder adaptógeno de la Rhodiola también la convierte en una planta valiosa para optimizar las funciones cognitivas, que pueden verse afectadas durante un periodo de estrés o de exceso de trabajo.

Varios estudios han utilizado extractos de Rhodiola (SHR-5) para observar su efecto estimulante en un contexto de estrés y fatiga.

El primero, que data del año 20003 , intentó estudiar el efecto estimulante de la Rhodiola en estudiantes durante periodos de exámenes. Su conclusión general fue que "el fármaco del estudio dio resultados significativos en comparación con el grupo placebo".

Otro estudio realizado en 2008 en Suecia4 confirma este efecto en pacientes agotados que sufren el síndrome de fatiga: "Se concluye que la administración repetida de extracto de R. ROSEA SHR-5 ejerce un efecto antifatiga que aumenta el rendimiento mental, en particular la capacidad de concentración, y disminuye la respuesta del cortisol al estrés de vigilia".

Trastornos menstruales y de fertilidad

Una revisión muy completa publicada en el American Botanical Council en 2002, que reúne un gran número de estudios realizados sobre la Rhodiola5 , cita los trabajos sobre el extracto de Rhodiola en mujeres que sufren amenorrea (pérdida de los ciclos menstruales) y trastornos de la fertilidad. Se administró Rhodiola rosea a 40 mujeres con amenorrea. En algunos sujetos, el ciclo de tratamiento se repitió de 2 a 4 veces. "Se restableció la menstruación normal en 25 mujeres, 11 de las cuales se quedaron embarazadas.

Trastornos sexuales

En la misma revisión, un estudio ruso probó la eficacia del extracto de Rhodiola en la función sexual de 35 hombres que sufrían disfunción eréctil o eyaculación precoz. Un total de 26 de los 35 sujetos informaron de una notable mejoría de sus problemas sexuales.

Rendimiento deportivo

La Rhodiola se hizo famosa en los años 60 por su efecto sobre el rendimiento deportivo, cuando muchos atletas olímpicos elogiaron sus beneficios.

Un estudio belga de 20046 confirmó que una ingesta aguda de Rhodiola rosea podía "mejorar la capacidad de ejercicio de resistencia en jóvenes voluntarios sanos".

El mismo año, un estudio ruso estudió el efecto de la Rhodiola sobre el tejido muscular durante el ejercicio físico y destacó su efecto antiinflamatorio y de protección muscular durante el ejercicio intenso.

Posología

La Rhodiola puede consumirse en forma de tisana o infusión de trocitos sueltos de raíz: de 350 a 550 mg al día a tomar en una a tres tazas.

También existen extractos estandarizados de rizoma, en polvo o en cápsulas, que aportan un 3% de rosavina y un 1% de salidrosida: las dosis habituales son entonces de 100 a 300 mg de extractos dos veces al día.

Efectos secundarios y contraindicaciones

La Rhodiola puede tener un efecto excitante y provocar agitación en algunas personas sensibles a ella: se aconseja entonces reducir las dosis del tratamiento.

También se recomienda no tomar Rhodiola por la noche, para no perturbar el sueño.

No se recomienda el uso de Rhodiola a las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ni a las personas que padezcan enfermedades renales o cirrosis.

Referencias

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