¿Qué colágeno, proteína estructural, debo elegir?

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¿Sabías qué? Un descenso en la producción de colágeno, una proteína crucial para el bienestar de nuestro cuerpo, a un ritmo de al menos un 1% anual a partir de los 40 años.

Con la edad, el tono y la vitalidad de la piel se debilitan, aparecen arrugas, la firmeza y la elasticidad se deterioran y las articulaciones se resienten.

Además, elementos como la contaminación, el tabaco, el café o el deporte intensivo aumentan la degradación de esta proteína. Pero, ¿cómo aportar al organismo la dosis necesaria de colágeno y cuál elegir?

¿Qué es el colágeno?

El colágeno es una proteína estructural presente en todas las estructuras del cuerpo. Representa entre el 30 y el 35% del total de las proteínas de nuestro organismo, que se encuentran en la piel, los tendones, los cartílagos, los ligamentos y los tejidos conectivos para garantizar la cohesión, la elasticidad y la regeneración de todos estos tejidos. El colágeno es una proteína esencial para el organismo.

Existen 28 tipos diferentes de colágeno, cada uno con su propia estructura y que se encuentran en órganos específicos. En el cuerpo, sin embargo, hay 3 tipos principales de colágeno:

  • El tipo I es el más abundante y se encuentra en la piel, los tendones y el tejido óseo;
  • Tipo II, que se encuentra en el cartílago;
  • El tipo III se encuentra en los músculos y las paredes de los vasos.

El colágeno es, por tanto, un elemento esencial para mantener la salud y la juventud de la piel y también para mantener una buena salud articular. Se están llevando a cabo continuamente muchas investigaciones para demostrar sus efectos positivos en problemas como el dolor articular, la artrosis y la artritis.

El cuerpo no puede producir colágeno sin un suministro externo suficiente de los precursores necesarios para su síntesis. De hecho, para producir esta proteína, el cuerpo necesita 18 aminoácidos, entre ellos 3 específicos: glicina, prolina e hidroxiprolina. El enlace de estos aminoácidos permitirá la formación de cadenas que acabarán enrollándose de tres en tres para formar la unidad fundamental del colágeno: el tropocolágeno. La proteína se forma entonces ensamblando varias unidades de tropocolágeno.

Así, es posible suministrarlos al organismo a través de la dieta o directamente mediante complementos alimenticios o productos cosméticos

Ningún alimento contiene colágeno directamente, pero muchos aportan los elementos necesarios para su síntesis por nuestro organismo. Entre ellos, encontramos el zinc, presente sobre todo en el salmón, que permite que los aminoácidos realicen su función correctamente. El azufre también es un mineral esencial para esta síntesis. Los elementos que ralentizan su degradación también serán una ventaja, como los antioxidantes de los vegetales verdes y los frutos rojos, la vitamina E de los aguacates o la vitamina C, que es un nutriente muy eficaz para combatir la acción de los radicales libres (responsables en parte de la degradación del colágeno).

En cambio, la membrana de la yema del huevo es rica en colágeno y contiene azufre para su síntesis.
Además, los caldos de carne elaborados con huesos y cartílagos presentan una parte gelatinosa y no grasa, que es una forma de colágeno.

El colágeno está presente en los tejidos del cuerpo humano, pero también en los de los animales. Y para ello, encontramos colágeno de dos posibles orígenes: bovino o marino.

Los diferentes orígenes del colágeno

Presente en los tejidos del cuerpo, el colágeno también está presente en los tejidos de los animales marinos y terrestres.

Así, el colágeno bovino se extrae de la piel de las vacas, se esteriliza y se licua. Generalmente se utiliza para alisar las arrugas o hinchar los labios. Sin embargo, este colágeno bovino acaba siendo absorbido por el organismo, eliminado y sus efectos desaparecen con él, duran en promedio sólo 3 meses.

El colágeno marino se extrae de los residuos de la industria alimentaria, generalmente de los desechos del pescado o las gambas. Es más eficaz que el colágeno bovino porque es más ligero y, por tanto, más fácilmente asimilable por el organismo, con una tasa de absorción 1,5 veces superior. Además, al proceder de las escamas y espinas de los peces y mariscos, su estructura es más parecida a la del colágeno humano y permanece en el organismo. Los productos elaborados con colágeno bovino son, por tanto, más baratos porque son menos preferidos.

A la hora de elegir un suplemento de colágeno, es importante comprobar que los animales de los que procede el colágeno no han sido sometidos a tratamientos hormonales ni expuestos a pesticidas y fertilizantes químicos. El criterio de la pesca sostenible es también un criterio de elección.

¿Qué forma de colágeno debo elegir?

El colágeno nativo tiene un peso molecular demasiado elevado, es decir, el tamaño de la proteína es demasiado grande para pasar al torrente sanguíneo y, por tanto, ser absorbido por el organismo. Por lo general, el organismo sólo retiene un 1% de la forma natural. Por lo tanto, es posible transformar la proteína para aumentar su biodisponibilidad.

El primer nivel de procesamiento es la gelatina. Procede de una hidrólisis del colágeno en su primer estado. Puede obtenerse mediante procesos químicos o por un proceso de hidrólisis natural. Esta forma gelatinosa del colágeno hace que la proteína sea más absorbible, con una tasa de absorción del 10%. Esta transformación es una etapa intermedia para obtener la forma más asimilable por el organismo: el hidrolato de colágeno.

El llamado colágeno «hidrolizado» es el resultado de una hidrólisis enzimática de la gelatina. Las moléculas se dividen de nuevo y, por tanto, son aún más pequeñas: son péptidos de colágeno. Gracias a esta forma, el colágeno tiene una tasa de absorción del 90%. Es el colágeno de mayor eficacia porque es mejor asimilado por el organismo.

Por esta razón, es importante utilizar el hidrolato de colágeno.

Alternativas para vegetarianos y veganos

La ingesta de colágeno de origen animal es, por tanto, un problema para los vegetarianos y veganos.

Recientemente ha surgido una alternativa para los vegetarianos. La membrana de la cáscara de huevo también es una fuente natural de colágeno. Se ha demostrado que la membrana de la cáscara de huevo acelera la división celular y aumenta la producción de colágeno. Por ello, se ha creado un ingrediente activo para mejorar la salud de la piel, el Ovoderm®. Se realizó un estudio en 16 voluntarios durante 60 días para demostrar su eficacia. Los resultados fueron los siguientes

  • un aumento de la función de barrera de la piel en un 40% ;
  • una mejora del 13% en la elasticidad;
  • un aumento de la firmeza del 66%;
  • una disminución del 36% de la fatiga de la piel.

Esta novedad es, por tanto, una buena alternativa para los vegetarianos, pero sigue siendo un problema para los veganos.

Es importante subrayar que el colágeno vegetal no existe. Muchos complementos alimenticios promocionan su «colágeno vegano», pero en realidad estos productos sólo están compuestos por proteínas procedentes de plantas, que son similares al colágeno animal.


Las bayas de Goji, por ejemplo, están compuestas de extensina, una proteína rica en hidroxiprolina, un aminoácido esencial para la composición del colágeno.
El aloe vera también se encuentra en estos suplementos vegetales. Ayuda a reunir los aminoácidos necesarios para la síntesis del colágeno.
El sílice y la vitamina C también son muy favorecidos en estos productos para combatir la degradación del colágeno.
Generalmente, estos elementos están asociados a los aminoácidos esenciales para la síntesis del colágeno.

Los complementos alimenticios ricos en elementos esenciales para la síntesis de colágeno por el organismo son una alternativa para los vegetarianos y veganos, aunque no sean colágeno en sentido estricto.

Cosas que hay que recordar

He aquí un pequeño resumen de los elementos a tener en cuenta a la hora de elegir:

  • Presta atención al origen del colágeno: bovino o marino, el colágeno vegetal no existe propiamente. Te aconsejamos que utilices colágeno marino porque será mejor asimilado por tu cuerpo.
  • Elije el tipo de colágeno según las necesidades de su cuerpo: elije un colágeno de tipo I para la salud de la piel y un colágeno de tipo II para tus articulaciones.
  • Elije colágeno hidrolizado en lugar de colágeno nativo o gelatina, que es la forma mejor absorbida (90%) por el organismo.
  • Cápsulas, polvo o cremas, el soporte que permite el suministro de colágeno al cuerpo es de poca importancia. Sin embargo, una ingesta oral tiene una acción global en todo el cuerpo, por lo que no es relevante para una acción dirigida.


Para los vegetarianos, el suplemento Ovoderm® es una buena y probada alternativa. Para los veganos, se recomiendan los llamados suplementos de colágeno «vegetal», aunque no existen, cuyos ingredientes le permitirán tener una acción similar.

Referencias

Jean-Marc Dupuis, 2018. Collagène : pour vos articulations, votre peau, vos os et plus… Santé Nature Innovation.

Clinical Studies. Ovoderm®. Eggnovo.

Andrés Aguirre, Erena Gil-Quintana, Manuel La Nuez. Ovoderm® an effective treatment to improve skin condition in patients with altered skin barrier function. Pulsus.

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